El cine nos ha dejado una imagen terrorífica de las misteriosas plantas carnívoras, pero la realidad es que no son tan fieras como las pintan. Salvo contadas excepciones, la mayoría sólo atrapan insectos que consumen para conseguir nutrientes y completar así su alimentación. Además de cumplir con su función decorativa, pueden librarnos de algún que otro molesto insecto de los que pululan por nuestros hogares.
De distintos tipos, formas y tamaños, sus cuidados varían en función de la especie. A continuación te contamos cuáles son las plantas carnívoras más usuales que, por supuesto, podrás encontrar en Ala 30 .
Pinguiculas
Planta carnívora de tamaño pequeño. Tienen forma de roseta y suelen ser verdes o rosadas. Generan una sustancia que convierte sus hojas en pegajosas. Con ellas atrae, atrapa y digiere a sus presas. Retiene sobre todo insectos pequeños o aquellos que tienen las alas grandes. Es fácil hacerlas florecer, así que hay que sumar su función decorativa a la insecticida.
Droseras
También llamadas “Rocío del sol” tienen formas y tamaños variados. Se caracterizan por sus tentáculos, que se llenan de gotas y pueden moverse para capturar a sus presas. Su belleza las convierte en plantas ornamentales muy atractivas. En algunos países se les da otros usos tan dispares como la destilación de licor.
Sarracenias
Las hojas de estas plantas forman pequeños recipientes o jarros donde quedan atrapados los insectos. Existe una gran variedad de formas y tamaños, llegando algunas a alcanzar casi el metro de altura. Las presas se ven atraídas por su combinación de olores y colores, además de por el néctar que fabrican. Son de las plantas carnívoras con los cuidados más sencillos.
Dionaeas
Popularmente conocida como “Venus atrapamoscas”, apresa insectos y arácnidos del tamaño que la planta pueda asumir. Los lóbulos se encuentran abiertos y se cierran con rapidez cuando se posa sobre ella alguna presa. Se desaconseja forzarlos o cerrarlos por nuestra cuenta, hay que dejar que la planta haga ese trabajo cuando lo considere necesario. Tarda unos diez días en hacer la digestión. Las pautas para su cuidado son muy específicas.